Se escucha el rumor de que en los pasillos de la Institución Educativa San José pasan cosas raras en horas de la noche. Los celadores afirman sentir la presencia de un alma en pena, un joven sollozando y acercándose a ellos para pedir ayuda, pero ¿quien sería este joven? y ¿qué estaría haciendo en este lugar? Se especula que este joven era un deportista participante de un evento cuya sede era Jericó y el lugar en el cual se quedó junto a sus compañeros fue el Liceo. Un tanto indisciplinado decidió no acatar las órdenes estipuladas por los dirigentes, se tomó la noche de parranda y fiesta, pasada cierta hora de la noche no estaba permitido el ingreso de más personas a la Institución Educativa, como aquel deportista se la pasó de parranda se olvidó del tiempo, pero no podía quedarse sin un lugar donde dormir y decidió trepar las rejas del colegio. Un celador apresurado, nervioso, decidió disparar pensando que era un ladrón, alguien que buscaba profanar la seguridad del lugar, acertó la bala y el chico cayó, se declaró como muerto y desde entonces se dice que el joven pasa por los pasillos sollozando y pidiendo ayuda para entrar y tratar su herida. Santiago Tangarife
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