“BIENCUIDADITOPATRÓN”
Estampas de un cuidador de carros
Emilio Alberto Restrepo
Estampa 1. Infiltrado Esto no es fácil, eso de estar todo un día y media noche con la pupila abierta y los oídos despiertos para que no se me escape ni un detalle, al sol y al agua, tomando nota de todos los movimientos, registrando hasta el último visaje. Honestamente pensé que era cosa de pocas semanas, el famoso trabajo de campo de que tanto se ufana el jefe…juepucha, así es muy fácil, él pone las ideas y las estrategias y uno pone los huesos, el cuero y la carne, al que le meten el balazo es a uno, pero el que manda, manda y ya creo que me falta poco, he podido recopilar datos, nombres, he tomado mil fotografías con la cámara encubierta, tengo el expediente casi cerrado, creo que si todo sale bien, la saco del estadio y me agendo un buen ascenso; esto de estar en pleno pavimento toreando gamines, jíbaros y ratas no es para nada divertido, pero es cierto que desde el entrenamiento en la escuela nos dijeron e insistieron que la calle era dura, que estas misiones de inmersión eran peligrosas pero muy eficaces para aquello de controlar la delincuencia urbana. Sí, mi esposa tiene razón, eso de ser policía infiltrado no es para nada mamey, eso de estar a toda hora con un trapo rojo, sin afeitarse, con la misma ropa sucia y maloliente, pareciendo poco menos que un desechable para pasar desapercibido, pero falta poco, estoy cerca…¡epa!…a este no lo había visto por estar pensando güevonadas “… déle patrón, déle… bien cuidadito, vaya tranquilo que yo le pongo cuidado, no se preocupe… déle… déle… con cuidado… pare… pare… déjelo ahí…” |
Estampa 2. Campanero ¿Sabe qué, mi llave?, no me alborote el parche, déjeme tranquilo que yo la tengo clara, yo sé cómo manejo mi clientela, desde aquí uno se las pilla todas, uno sabe por dónde va el agua al molino, en esta vitrina a uno no se le escapa nada, que la cucha tales se escapa al escondido con el doctor fulano, el de la camioneta plateada, para eso que las secretarias no pueden ver una corbata o una billetera gruesa porque las agarra una calentura que ni le cuento, pero póngame cuidado, unas buenas foticos bien comprometedoras y con seguridad que usted lo baja de un billete largo y le tengo otro, el peladito ese del Mazda azul la está regalando a diario, está más que botado, no le falta sino dejar las llaves pegadas, usted sabrá cómo le cae, creo que esa vuelta es súper-fácil, pero el mejor es el gordo de las cadenas, ¡qué aires se da ese payaso!, piensa que por ser mejicano puede estar andando por ahí mostrando joyas y un Rolex como si nada, ¿quién se creerá ese carajo?, está pasado de que le hagan un buen cargamontón y le quiten todo por picado y mostrón, gordo marica, se cree que puede estar por ahí luciendo en pleno centro oro 18 por toneladas en su cuerpo, como si nada. Ese está fijo, mi llave, yo le hago la señal, cuando esté parqueando yo lo llevo con la doble, le digo que deje el carro ahí, que yo se lo cuido, le pongo el cartón para el sol para que no sospeche y ustedes le caen y lo despelucan y si puede le mete un buen varillazo por visajoso y farandulero, pero nada de cuchillo, la sangre atrae a los tombos y me calientan la esquina y de pronto me tengo que abrir de aquí. Pero yo le aviso, esté pendiente…eso sí, no se olvide de la liguita, usted sabe que con las propinas es que uno se va cuadrando la quincena y con la última que le canté, usted, ¡qué calambre home, se pasó de chichipato!, pero yo sé que en esta oportunidad se desquita y se faja conmigo, hágale tranquilo que yo le aviso, yo estoy pendiente para cuándo el gordo nos dé papaya… |
… pero no me importa, este es mi espacio y mientras no
cambien las condiciones yo de aquí no me muevo, porque
esta es mi esquina, este es mi parche, no importa que
nadie me vea, no importa que llueva o que haga sol…
Estampa 3. Infierno en la calle De un momento para otro no me volvió a afectar ni el sol, ni la lluvia, ni el cansancio, es como si nada me tocara, como si todo me traspasara, ya no me impaciento, si no me pagan no me afecta, de todas maneras el carro les queda bien cuidado, porque mi cuadra es mi territorio, y aunque ni me miren ni me determinen, no me muevo ni les quito la mirada de encima y ya no peleo con nadie, eso no conduce a nada, al final se gana uno su buena puñalada y lo pasan a uno al papayo, yo sé de lo que estoy hablando, por cosas que no valen la pena, rabiando por bobadas, como me pasó a mí, peliando por ñervo, pero no me importa, este es mi espacio y mientras no cambien las condiciones yo de aquí no me muevo, porque esta es mi esquina, este es mi parche, no importa que nadie me vea, no importa que llueva o que haga sol, la ventaja es que ya no me da frio ni hambre, ya nadie me hace reclamos ni me jode más la vida, ni la policía abusa de mí, ni las bandas me cobran protección, ni nadie me hace el asco, total, qué más me da, esa es la ventaja de mi estado, esas cosas ya me resbalan, lo único que interesa a la final es que los carros a mi cuidado queden bien vigilados, yo ya estoy por encima del bien y del mal, a uno ya muerto no le afectan esas cosas, a mí que nadie me venga a jorobar, esos asuntos me rebotan y el que me la vaya a montar se puede ir de una vez a los infiernos, aquí hay espacio para todos, todos cabemos, eso se los puedo asegurar… |